La 1ra sesión...

Ya hace un buen tiempo que esta primera sesión tuvo lugar. Fue por el último trimestre del 2004. Por Octubre, si mal no recuerdo.
Por aquel entonces el grupo estaba conformado por el Gabo, con Duffeld von Himmelsburg, clérigo de la justicia; Pilar, guerrera de la ciudad de Pyotrgraat, y la Coni, que tenía una clériga de la guerra de la misma ciudad.

La historia fue de carácter paralelo.
Duffeld era hijo de un guerrero político muy importante de Pyotrgraat, portador de un título nobiliario adquirido mediante méritos y fortuna; nuevos nobles. Eran muy populares en la ciudad y tecnicamente la regian sin oposición; sin embargo los nobles rancios, muchos empobrecidos, los detestaban, envidiaban, y no dudaban en recalcar el antiguo origen plebeyo de la familia Himmel (nombre familiar anterior a recibir la particula "von" y el "Burg" [burgo, ciudad]).

Por otro lado, los PJs de Pilar y Coni, cuyos nombres no recuerdo y no registro (por los que las llamaremos Pilar y Coni nada más), pertenecían a la guardia de la ciudad; Pilar como vigía y Coni como maestra de armas y oficial de entrenamiento, como corresponde a los clérigos de la guerra.

El Padre de Duffeld, ya mayor y enfermo, toma nuevamente sus armas para defender a la ciudad de un ataque que se avecinaba desde una ciudad feudal vecina, no exactamente enemigos, pero si interesados en las riquezas de las minas de carbón que caracterizaban a Pyotrgraat. Duffeld, considerados por muchos el heredero de su padre, es nombrado, ante la emergencia, como Principal de Pyotrgraat en caso que su padre caiga en batalla.

Los ejercitos enemigos se aprestaron a kilometros de la ciudad y las tropas de Ferdinand von Himmelsburg se aprestaron a combatirlos, con su Regente a la cabeza: Cayeron todos.

La noche siguiente Duffeld confía en poder detener el ataque, aún cuando la pena de la muerte de su padre lo atormentaba, y la superioridad numérica del enemigo hacía evidente que cualquier oposición era absurda y ridícula, sino muy honorable. Duffeld decide luchar.

En medio de la noche, y avanzando hacia los ejercitos enemigos, la espesa niebla de las estepas deciende sobre los ejercitos y los envuelve, creando caos y confusíon. Entre los rostros enemigos se confundes ojos feroces, con fauces repletas de afilados colmillos, narices chatas adornadas por anillos de bronce, y armas demoniacas hechas con el propósito único de destrozar a sus víctimas. Las tropas de Pyotrgraat se desmoralizan ante la visión, los oficiales siguen luchando a pesar del terror. Duffeld es herido y yace en el campo, bajo su caballo, mientras Coni aún batalla resistiendo con la típica tosudez suicida de los clérigos guerreros; Pilar no descanza en buscar al caido Principal.

La niebla se espeza aún más... nada logra verse más allá de tu mano teniendo estirado el brazo...
Los ruidos y gritos de batalla cesan.

El silencio gana la batalla sobre los dos ejercitos.


Al despertar, Duffeld comienza a caminar entre lo que parece ser un bosque, ya no las estepas del báltico. Un suelo húmedo, verdoso, adornado de cuerpos caídos en el campo. Coni y Pilar vagan entre la niebla buscando a gritos a otros sobrevivientes, a otro ser humano...
De entre la niebla, timidamente, las figuras de tres personas se ven mutuamente acercarse, reconocerse; lo que resulta ligeramente reconfortante, sobre todo cuando no sabes dónde estás, ni qué es lo que está pasando; sólo queda caminar y buscar un camino. Eso hacen.

Tras algunas horas avistan finalmente lo que será el preludio de la tremenda aventura en Nightshade; una introducción a modo de "entrevista" con las sombras. Acá, en la Torre de Vigilancia del reino de Gurre, conoceran la macabra y triste historia del rey Waldemar, de sus crueldades, de sus políticas genocidas, de su eterna condena a buscar la paz en medio de la extrema violencia y sanguinarismo.

Por primera vez verán lo que se oculta detrás de la cortina de hierro; allí donde viven los sentimientos más primigenios, y los terrores más auténticos.

Las visceras de la realidad: Nightshade



Nos vemos pronto