domingo, 20 de enero de 2008

Ravenloft: Remains Pt.1 - Capítulo 0: Preludio

En una reunión llevada a cabo el domingo 20 de enero de 2008, se ha dado inicio a la segunda parte de la campaña de terror y misterio, con la historia a modo de preludio de Martin el clérigo policía y Vera la bandida misericordiosa, quienes desde el mundo de Bravatia (mundo oficial de la campaña Nightshade®) ingresaron a las tierras de la bruma en Ravenloft, perdiéndose en alguna carretera, de algún dominio llamado Liffe, llegando a la remota y lejana villa alemana de Imgerbord.




Resumen del Capítulo 0

Vera huía desde Windgassen de las garras de Luyin, un pandillero que intentó abusar de ella. Hambrienta irrumpió en la cocina del castillo Karajan. Fue encontrada dormida por el personal de servicio y encerrada en el sótano, para luego ser capturada oficialmente por el Teniente 2º Martin Oberst, quien pasaba por la zona.

Iniciaron viaje hacia la ciudad de Nilsson para llevar a Vera a un Refugio dirigido por la Iglesia de Justicia. Pero en el camino sucedieron cosas inesperadas. Uno a uno, los hombres de Oberst fueron desapareciendo sin que nadie supiese como, las rutas que seguían no aparecían en los mapas y luego de unas horas se declararon completamente perdidos.

Desapareciendo el clérigo que los acompañaba, quedaron solos Vera y Martin Oberst, ante lo que éste soltó sus cadenas y ésta juro no huir y ambos acordaron protegerse las espaldas mientras no supiesen que pasaba. En la carretera rodeada por un espeso bosque, la lluvia amenazaba desde oscuros nubarrones sin nunca caer; en el horizonte se veían un enorme cerro que dominaba el paisaje. Ven una señalética hecha en madera que les indica que la vía lleva a una villa llamada Imgerbord, en el Reino de Liffe. Tan solo faltan 2 kms.

Un extraño hombre y un niño ven en el camino. El hombre dice ser un Vistani, y los llama a ambos “Giorgios”. Les indica la dirección de un pequeño campamento de los suyos, donde finalmente encontrarían comida y algo de reposo. Una gorda y misteriosa mujer vistani les regaló una carta de una tarot algo diferente, un tarot Vistani, que se dice es original de estas tierras, que por generaciones han habitado los Vistani. Esa carta era: El Extraño. Averiguan que la villa de Imgerbord es famosa por el arte de la cacería; les cuentan que varios cazadores han desaparecido estos últimos días; reclamados por un demonio Lupino de estas tierras, dicen.

En el transcurso, un acechante lobo de dimensiones impensables los asalta en el camino, siendo destrozado por el Teniente 2º. Quedan atemorizados y las preguntas invaden sus cabezas junto con una quieta sensación de pánico.

Finalmente se aproximan a la villa de Imgerbord…

La villa se ve apesadumbrada, las casas, principalmente de madera, tienen algunas de sus vigas inclinadas; las tablas se ven viejas y húmedas, y su pintura gris y reseca. Las casas son en su mayoría de dos pisos, a excepción de una de tres que es el centro municipal y de eventos. Sólo una vía principal, que da a la plaza, está pavimentada con empedrado. No se ve mucha gente en las calles, y aquellos que caminan están dedicados a sus labores o van lo suficientemente apurados como para prestarles atención.

Tras averiguar en las tiendas de cacería, arriendan un cuarto en la Hostal del lugar. Allí ven a una triste muchacha que era consolada por otras dos mujeres. Mientras estaban en su cuarto descansando, la misma chica, llamada Agathe los interrumpe con un pedido: Max, su novio, ha apostado su honor en una competencia de tiro contra un joven llamado Kilian quien ha entrenado mucho; además su padre, Kuno, solo ha aceptado que ella y Max se casen si éste es el mejor tirador de la villa y obtiene un buen puesto gracias a ello. Aquí la honra de ser el mejor permite una vida dichosa, además su padre ha impuesto ese obstáculo como una forma de que ellos no puedan casarse, ya que no le agrada Max.

Escuchan los tiros y corren hacia la plaza cuando ven al pobre Max enfurecido por las burlas de Kilian. Max ha perdido y Agathe se desvanece de pena. Vera se queda con ella y ayuda a su padre y a Ännchen, la criada de Agathe, a llevarla a su casa. Mientras tanto Martin Oberst II observa en un callejón a Max hablando con un tipo vestido con montgomery azul, de cabello peinado y bigotes negrísimos. Le parece extraño. Tras hablar con Max, deja al enfurecido joven y se dirige a buscar a Vera, en la casa de Kuno. Allí Agathe les pide que hablen con Max y lo vigilen discretamente, teme por él.

Vera y Martin se entrevistan con el suspicaz Max en la cabaña de éste, y tras un café, éste se retira por asuntos que debe atender. Va al bosque…

Tras cruzar el bosque siguiéndolo discretamente, durante unos 40 minutos, llegan a una garganta en el bosque, que lleva a una cueva siniestra. Todo el lugar parece confabulado en una representación de desolación demoníaca. Vera, quien se escabulle en el lugar, escucha a Max hablando con un tal Kaspar, que no es sino el extraño hombre del montgomery azul. En el momento en que Vera huye, 4 enormes lobos negros, como el que antes vieron, Worgs, los asaltan. En la refriega, Kaspar desaparece, al parecer cayendo por el rió subterráneo de la caverna. Lo dan por muerto. Max, enfurecido, vuelve a la ciudad.

De vuelta en Imgerbord, Vera y Martin se retiran a descansar en la Hostal. Durante la noche, Martin despierta para ver una extraña figura que los observa de pie en la puerta. Tras lanzar un conjuro de LUZ, se percata de que nadie hay en el lugar. Luego de ir al baño ve que su Luz a desaparecido, y todo está a oscuras y que Vera está a punto de ser engullida por alguna especie de sombra en forma de lobo. Con terror y pánico logran disipar a lo que fuese esa criatura… Vera apenas logra dormir, mientras Martin monta guardia toda la noche.

Al día siguiente, en la casa de Agathe, Ännchen les cuenta que Max estuvo anoche y se enfureció con Agathe por haber mandado a los dos extraños a espiarlo. Luego éste se retiró para volver al bosque a buscar una presa que había cazado. Al rato llegan las amigas de Agathe con un vestido de novia y una caja con la corona nupcial. Al abrir la caja se encuentran con una máscara mortuoria; la chica se desmaya tras leer la nota que venía con ella. Acto seguido, un blanco cuervo ingresa a la habitación y revolotea por ella, deteniéndose en un retrato de Max, como queriendo indicar algo.

Vera y Martin acuden al padre Valich de la iglesia luterana, la única del pequeño lugar. Éste viejo, pero fornido clérigo les advierte que la nota que la chica a leído contenía un potente conjuro necromántico que ha trasvasijado el alma de quien lo haya leído en un receptáculo que guarda relación con la carta. La carta dice que “el cazador cazará su bien más amado”, firmada por Samiel, quien, según el padre, sería el mismo demonio. Resuelven que el receptáculo del alma de Agathe ha de ser el cuervo blanco. Lo buscan en la casa, pero se ha escapado. El padre va a la Alcaldicia para intentar detener un concurso de tiro que tendrá lugar en la tarde, mientras Vera y Martin inspeccionan la casa de Max, cuyas pistas los llevan al bosque nuevamente, a la Garganta del Lobo, que antes visitaran.

En el interior de la Garganta del Lobo, presencian un terrible ritual demoníaco, donde Kaspar, vivo y coleando, invoca a Samiel, estando presentes en el ritual, Max, Fritz y Wolfgang, estos dos, dueños de las tiendas de cacería de la villa. El estruendo es terrible: Se levanta una tormenta, dobla y rompe las copas de los árboles, lanza chispas de fuego; Ladridos de perros y relinchos llenan el aire; el cielo se oscurece de repente, las tormentas se encuentran y descargan con terribles rayos y truenos; fuegos fatuos aparecen en el bosque. Kaspar llama a Samiel, y ante el pavor de Vera y Martin, quienes se ocultaban dentro de la caverna, un enorme lobo de una amarillo azufre desciende lenta y confiadamente y se posa frente al grupo de invocadores diciendo: aquí estoy. En seguida, Vera, dispara a Kaspar, y se hacen notar, y al verse superados huyen perseguidos por varios Worgs que les dan alcance. Mientras corren, las copas de los árboles arden y las ramas resecas se retuercen sobre ellos como intentando detenerlos. Los Worgs presentan una fiera amenaza con la que logran a duras penas acabar.

Logran volver al camino principal y corren hacia la villa para presenciar un macabro espectáculo. El cielo de la villa está cubierto por oscuras nubes que se enroscan hacia un punto central como un torbellino. Una competencia de tiro se lleva a cabo en medio de una muchedumbre poseída por un éxtasis infernal. El padre Valich, único consciente de toda la gente, grita a los chicos para que salven al cuervo blanco, que está parado en el techo de la Alcaldía, como si quisiese recibir los tiros de Max y Kilian. Vera logra escalar y salvar al cuervo, deteniendo con su mismo cuerpo un tiro potente de Max, por lo que cae a plomo los dos pisos, sobreviviendo milagrosamente. En el ello Martin, quien distrajo a los “tiradores” que amenazaban al cuervo, encandilándolos con un conjuro de LUZ, es abatido por los tiros de la multitud, salvándose gracias a sus artes de conjuros curativos. El cuervo que Vera lleva se desvanece, y en ese instante ambos ven a Kaspar entrar a la casa de Kuno, donde Agathe yace en coma. Cerca del lugar ven al observante lobo Samiel y como la villa está rodeada por los ojos rojizos de los terribles Worg.

Vera y Martin entran rápidamente y logran detener a Kaspar, quien era verdaderamente un licántropo, y tras una lucha sangrienta y mortal, lo asesinan, poniendo fin a la amenaza, al menos en parte, por que de Samiel y los Worg nada se sabe.

Ya recuperados del trance, la gente del lugar rodea la casa y Ottokar el Burgomeister, Kuno y el padre Valich llegan al lugar. Tras discutir el futuro de Max, Ottokar lo perdona, seducido por las palabras piadosas de Vera y el padre.

Al día siguiente, ya recuperados y repostados, Vera y Martin se preparan para seguir camino hacia una ciudad portuaria cercana llamada Ventoferoce. Los notables del lugar, Kuno, Ottokar y el padre Valich les otorgan recomendaciones y unos presentes muy importantes para cada uno. Emprenden camino hacia una ciudad que no conocen, pero parece ser el lugar donde comenzar a buscar pistas de que es lo que está pasando, qué es este lugar, y hacia donde les llevará la fortuna. Atrás queda Imgerbord, y la sombra de Samiel acallada por un tiempo.

Cabalgan…

Por las tierras de Ravenloft.

Muy BIEN…

Espero verlos pronto en el capítulo 1, donde partiremos de lleno con Ravenloft: Remains.




NOTA: la historia del capítulo 0 hace guiños y está basada, a manera de tributo, en la ópera del gran pionero de la Opera Romántica Alemana, me refiero a “Der Freischütz” (el Cazador Furtivo) del notable Carl Maria von Weber (1786-1826). El capítulo de hoy está dedicado al gran compositor, cuya obra rescata mucho de los mitos y leyendas de terror de Germania rural, elementos presentes de manera potente también en Nightshade 1 y por sobre todo en Nightshade-Ravenloft.

2 comentarios:

Arcanvs dijo...

Parece que fue una wena reu. Parece que vas a tener que ir anotando como 6 porcentajes de esconderse furtivamente y moverse en silencio. De repente podrías dejarlo como una sola técnica, considerando que prácticamente siempre se usan las dos a la vez.
En fin. Me voy virando pa Santiago ya... echo de menos el calor, el boche y los amigos. Así que espero que nos veamos pronto po.
Saludos a todos!

Arcanvs dijo...

Perdón, era ocultarse en las sombras y no esconderse furtivamente.