lunes, 3 de marzo de 2008

Nightshade 3 - Resumen Cap.5

Nightshade 3, capítulo 5


Nota: este capítulo se jugó en 3 sesiones… bueno, sufrimos interrupciones. Pero se jugó y quedamos en el “to be continued” para el 6.

Resumen del Capítulo 5 (Nightshade 3)

En una complicada y tensa reunión del grupo de misiones especiales, presidida por Troya, se decidieron asuntos de extrema gravedad, como un posible cambio en los planes de secuestro del Burócrata francés hospedado en Puerto Varas, y lo más prioritario, la captura del agente infiltrado del Consorcio, Misha Baron, más conocido por su identidad falsa de “Ricardo”. El stress en Troya era evidente, ya que se preparaban para una serie de grandes operaciones cuando fueron traicionados por éste sujeto. Finalmente da órdenes de capturar vivo a Misha Baron (o Ricardo). Deciden, por otra parte, llevar a cabo el secuestro del burócrata, mediante un plan alternativo, muy sigiloso y apropiado, ideado por el capitán Rodríguez.

Durante la noche los preparativos intensos son matizados con cigarrillos y buen licor en el departamento de Rodríguez, donde se encuentra junto con los otros tres miembros del grupo de cinco oficiales en el que está incluido como OC: Bartók, Lorena y Sergio González (¡quien nunca muere!). Sólo falta Juan, quien precisamente no los echa de menos: Tras escuchar una confesión fatal de la misma Troya, sobre una misión suicida a la que ella irá, recibe un regalo de despedida… una apasionada noche para que el novato regalón de la resistencia jamás la olvide.

Tras una peleada reunión secreta con Klaus, comienzan el viaje hacia el continente; tras el cual abordan una camioneta de carga infiltrada como “vehículo repartidor de leche”. Se dirigen a la ciudad de “Los Andes” donde inteligencia ha dicho se encontraría Misha Baron. Allí se reúnen, tras una serie de movimientos para no dejar evidencias, con el agente espía Adolfo Cisneros, quien impersonaba a “Raquel Gutiérrez”, una de sus tantas identidades falsas muy efectivas. Éste les provee de un departamento y acceso a unas propiedades usadas como “refugio” por los agentes rebeldes infiltrados en el sistema del consorcio.

Cornejo y Bartók, vestido como barrenderos “estatales”, rodean, separadamente dos conjuntos habitaciones donde se cree se escondería Misha. Lorena y González por su parte, se aseguran de cubrir a Cornejo, mientras por otro lado Rodríguez, cubierto por Bartók, se infiltra en un departamento que le parece sospechoso.

El Capitán David Rodríguez, una vez que logra acceder por el estacionamiento, descubre, tras un vistazo a los autos, uno muy sospechoso, con un arma dejada a la vista; al entrar en el vehículo descubre que es una trampa: Recibe disparos desde la sombra y una amenaza: ¡Ríndase capitán, ha caído en la trampa!. Tras una incierta lucha bajo tenue luz logra dar de baja a su oponente: Sus papeles revelan que es el Teniente 1ro Gonzalo Arteaga.

Por su parte, Cornejo, se infiltra en las oficinas de Registros y Partes, tras confundir a los guardias, y extrae información: "Ricardo, o Misha Baron ha alterado su ID vía procesos aprobados por “Alta Seguridad” a Janus Carrido; tal persona reside en: Calle Balmaceda 1215, depto 3412." ¡El mismo lugar dónde se encontraba Rodríguez!.

Rodríguez y Bartók se ponen en marcha hacia el departamento y logran acceder a información similar a la que accedió Cornejo, pero no tan exacta. Tras errar en un depto, van directo hacia el 3412. Cornejo, Lorena y González, también marcan curso hacia el mismo lugar.

Allí Rodríguez y Bartók logran bajar accidentadamente a un agente de seguridad, mientras por la escalera de seguridad se escuchaba un corto tiroteo: sus tres compañeros daban de baja a dos policías uniformados. Rodríguez ve salir del depto 3412 a un sujeto que al verse perseguido dispara hacia atrás sin detenerse. El capitán lo asesina con un segundo tiro certero. Funestamente se percatan que el sujeto no era otro que Misha Baron (o Ricardo, o Janus Carrido). La misión de llevarlo vivo fracasa.

Inspeccionan el departamento de Misha y comprueban que los planos de la base Sur de CLASH y otros datos (que llevaba en un maletín) ya los ha enviado a una dirección de nivel de seguridad del Consorcio.

Cansados, angustiados, estresados, huyen en el auto del muerto teniente Arteaga, y logran pasar desapercibidos apenas, gracias a los ingenios de Cornejo y un hackeo al sistema de radares.

Abandonan el auto, corren buscando el punto de escape, "la vieja casona de campo abandonada #706" junto al viejo camino rural hacia la carretera. Perseguidos por carros de combate policiales, son cercados, pero logran sobrevivir gracias a la pericia bélica del capitán Rodríguez, la tozudez de González y el esfuerzo de todos. El capitán destruye un carro con una granada de mano, y al piloto del segundo lo asesina con un certero tiro del rifle de precisión.

Logran entrar a la casona, con Lorena a cuestas, herida de gravedad, bajan hasta el subterráneo, y de allí por las escaleras hacia las cavernas subterráneas, donde encuentran viejos equipos, papeles, armas, y un ingenioso vehículo submarino diseñado para salir hacia el mar mediante los ductos y ríos subterráneos.

Allí aguardan la oportunidad para salir; tan solo echar a andar la vieja máquina y ya estarán en casa. Con una buena racha de suerte, claro.